Nunca llegue a verlo jugar en directo, ha sido con videos y películas que he admirado a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, no ha sido el más espectacular, ni el mas goleador ni ninguna virtud que se destaca en las superestrellas del fútbol como puede ser en su coetáneo Johan Cruyff, pero si algo me atrajo de Franz Beckembauer fue su saber estar en un campo de fútbol. Elegante, táctico, frió, líder, organizador, una visión de juego y del juego impresionante y sobre todo su anticipación a lo que iba a ocurrir en el juego y en la jugada. Un ajedrecista en un terreno de juego
Beckembauer invento una nueva posición en el fútbol, la de defensa libre, tras digamos que un tiempo como centrocampista, su experiencia y su dominio del juego y la estrategia le hizo adoptar esa posición más retrasada en la que podía ver como se desarrollaba el juego de su equipo y el del rival, ejerciendo como prolongación del entrenador en el campo unido a sus dotes de liderazgo llevo a su equipo y a su selección a lo más alto.
Con un temple digno del mejor cirujano, Beckembauer fue el director de un Bayern que conquisto 3 copas de Europa, y encumbro al Bayern de Munich en lo mas alto del fútbol Alemán; lidero a la selección alemana en la conquista del Campeonato de Europa de 1972 y del Mundial de 1974.
Con un palmares espectacular ha sido de los pocos defensas escogidos mejor jugador europeo 1972 y 1976, ademas de sumar muchos títulos a nivel de club.
Consagrando al fútbol toda su vida ha ejercido todos los puestos de máxima responsabilidad en un club y en la federación de su país, como entrenador lleva a su equipo a la Bundesliga y como seleccionador es el segundo que ha conquistado el Mundial tras conseguirlo como jugador.
Franz Beckembauer fue uno de los grandes jugadores de los años 70, uno de mis ídolos futbolisticos que en épocas pasadas ansiaba imitar, unos querían ser Maradona o Platini y yo siempre me decantaba por la figura de El Káiser.
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