No es
un gran western pero tiene escenas brillantes obra del maestro
Hathaway que eligió a Steve McQueen para encarnar a un mestizo con
sed de venganza tras el asesinato, a manos de una banda de forajidos,
de sus padres. Hathaway filma en exteriores una típica historia,
western clásico con secundarios de primera, desde Landau a Karma
Malden, Arthur Kennedy, Brian Keith y un magistral Raf Vallone.
Quizás
un film demasiado largo, en ocasiones falto de ritmo, pero quizás
como McQueen en la serie que le dio fama (Dead or Alive) podríamos
verla como una película a base de episodios, en cada uno con uno de
los secundarios antes citados a modo digamos de guest star
acompañando a la estrella creciente de McQueen, eso es una cosa
positiva y negativa al mismo tiempo porque descompensa el peso
general de la película y queda desequilibrada en muchos tramos
precisamente por esta ruptura, a pesar de seguir un hilo argumental,
que remarca el hecho de ser varias historias dentro de una. Hathaway
abusa de los planos largos y muchas veces deja olvidado introducirnos
en el interior de Max, dando poco empaque al perfil psicológico y
poder demostrar las buenas maneras de actor de McQueen al no ser un
film donde a pesar de poder exprimir los registros de actuación con
primeros planos donde podríamos ver reflejados la venganza, la ira,
la rabia... abusa del plano largo abortando todo este gran espectro
de actuación.
Basada
en la novela The Carpetbaggers, Nevada Smith narra como Max Sand un
joven granjero que vive con sus padres perseguirá a los asesinos de
este, su sed de venganza le llevara a situaciones de todo tipo por
parajes espectaculares. A punto de morir de sed y hambre será
rescatado por una especie de mentor, soberbia actuación de un gran
secundario como era Brian Keith, que le enseñara a disparar y le
inducirá a aprender a leer, la figura de Keith es como el padre que
acaba de perder.
Hathaway narrara como Max Sand a pesar de toda la
inocencia perdida tras el dramático suceso no es un personaje vil,
su sed de venganza es la única razón de su existencia, y no repara
en llevar su vida al limite y aprovecharse para alcanzar su objetivo
pero en su camino vamos viendo también a una persona que atormentada
sabe ser fiel y leal a quien le ayuda en su objetivo, no asesina,
ejecuta cual verdugo, ajusticia a quien le quito lo que más quería.
Tras dejar a su mentor inicia la caza de los hombres como un cazador
de recompensas ira dando con ellos y ajusticiandolos uno a uno.
La
escena de lucha de cuchillos donde espera el ganado para ser cargado
en los trenes es de las escenas más brillantes de la película, el
duelo con Martin Landau a muerte, entre vacas y equilibrios es una
memorable actuación de McQueen que derrocha todas sus habilidades
físicas y nos regala unos minutos de acción trepidante realmente
magníficos. Curioso el episodio en presidio, dejándose atrapar para
llegar a uno de sus perseguidos y la espectacular fuga a través de
los pantanosos territorios de Lousiana. Al final Max Sand dará con
el cabecilla del grupo (Karl Malden) y cerrara el circulo de su
venganza alejándose sin destino.
4 comentarios:
excelentes los 100 titulos del oeste, pero para mi te has dejado un buen western del año 1948
Cielo amarillo
Gregory Peck y Richard Widmark.
Un saludo.
No entiendo el comentario, pues no hablo de 100 títulos ni doy una lista de 100 westerns.. Cierto es que cielo amarillo es un excelente western pero de momento no es de los westerns por los que vaya a hacer una entrada, si es que la hago... Antes hay films de Ford, Hawks, Eastwood, Peckimpah, Leone por delante ... Gracias por pasar por aquí anonimo lector
Cuando terminan los creditos de Nevada Smith, en el cuadro salen José Bodalo y Franco Nero en Django, alli sale algo sobre 100 westerns, por eso te lo he comentado.
Un saludo.
Django... spaguetti western y el debut de F. Nero en el cine, buen ojo.
Saludos anónimo cinefilo.
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