sábado, 30 de marzo de 2013

ORDET




Para quien no conozca la obra de Carl T. Dreyer, Ordet sera un film del todo desconocido y hablamos de probablemente una de sus obras más conocidas.

Dreyer es un cineasta aparte del resto, un cineasta nórdico que filmo en el silente y en el sonoro, sus obras son teatro filmado y de una belleza estética inconmensurable; maestro en el juego de luces, pocos cineastas juegan tan bien con el B/N a la hora de captar luz y realzar escenas; Dreyer ademas exprime lo mejor de cada actor en una clase magistral de dirección de actores, muy cercano al teatro eslavo e influenciado por la religión y la filosofía de Soren Kirkegard, es en Ordet donde subraya de manera magistral estos pensamientos e influencias en su obra.

Hay que tener cierto valor para acometer escribir sobre Dreyer, cineasta más que estudiado, su obra ha sido objeto de varios análisis y tesis y merece más que unas simples líneas como en este caso para hablar sobre su obra; mis conocimientos cinefilos no alcanzán a tanto; de todas formas si uno la ve en la compañía adecuada sera un film que permitirá abrir un ben debate y comentario más allá del debate y la discusión cinematográfica pues en Ordet hay mil y un temas para comentar, desde el sentido de la vida, el amor como máxima en la vida o el tema de la fe y la creencia... Rodada en unos escenarios espectaculares, los exteriores son parte protagonista de la historia que Dreyer narra de forma extraordinaria, todo y parecer un film denso y pesado que puede resaltar lento, Ordet tiene un tempus perfecto, fruto del meticuloso y exigente trabajo de un director que precisamente por su perfeccionismo posee una corta filmografia en el sonoro.



Traigo a este espacio una de las escenas más especiales de este film, probablemente en mi opinión muy personal, la escena de amor, entendiendo amor en la máxima extensión de la palabra mucho más allá de un amor cercano y carnal y fílmico, más hermosa bella e impactante que como espectador he visto nunca, clímax total del film y desenlace y explicación, por irracional que pueda parecer, de toda la historia narrada por un director que esta en los altares del 7º arte, artesano, maestro, de cine tan personal como pueda ser el más conocido Bergante que evidentemente tras ver la obra de Dreyer uno se da cuenta de la influencia del danes sobre el sueco... En fin, Ordet, deseando os ponga la piel de gallina como la pone a todas las personas que conozco que han visto esta obra maestra del cine europeo.

Además en esta época del año, creo que sería más que acertada su programación o revisionado, es una película que revuelve la conciencia e incita a reflexionar y meditar sobre el sentido de la vida, de la propia vida de uno mismo... Mirar la escena y después quizás mirarse al espejo.





Director:

 

Writer:

  (play)
1955, Dinamarca.

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