¡No, No, No!
Desobedecer, equivocarse, rectificar, arrepentirse...
No es eso, NO; ni tan solo el acto de rebelarse, es el simple hecho de pensar en lugar de obedecer directamente; el hecho de pasar de todo, no actuar como se exige a la sumisa, el acto reflejo de no acatar algo que no quieres hacer, el simple acto de decidir por ti lo que he de hacer y lo que no he de hacer.
Lo que es un juego acaba pasando factura durante todo el día, y cuando aprietas la tuerca exprimes el remordimiento de la equivocación; busca el perdón y el desenfado, pero no analiza el motivo ni la razón hasta que no llegas al límite.
¡No, No, No!
No hay comentarios:
Publicar un comentario