domingo, 14 de septiembre de 2008

50



Hoy mis padres han celebrado 50 años juntos, que no son 50 pues se conocieron en la infancia, en plena posguerra, en un barrio de Barcelona que por aquel entonces era lugar de residencia y vacacional para la gente de la ciudad, se casaron en el 58 por poderes, pues mi padre con 20 años marcho a Venezuela por diversos motivos y allí se reunieron hasta 1970, en todos esos años en Venezuela nació mi hermano mayor el único que nació y vivió en ese país, cuando las cosas empezaron a mejorar aquí y empeorar allí regresaron y aumento la familia conmigo y 4 años más tarde llego el pequeño.

Hemos sido una familia normal, gente corriente, con vidas normales, altibajos como en toda casa de buen vecino, criados y educados en cierta tradición catalanista y con inquietudes; mi madre trabajo cerca de 20 años en una librería y nos machaco a base de lecturas en la trastienda mientras ella trabajaba, luego mis abuelos se encargaron de ciertas tareas con nosotros, meriendas, tele, piscina, ingles...
Los fines de semana el encargado de aguantarnos era mi padre, sabados de partidos de futbol o campeonatos de natación y domingos de pollo al'last y tardes en el campo del Barça...

Y así crecimos; yo como el mediano me chupe ser el alumno aventajado del mayor y luego traspase la sabiduría adquirida al pequeño, la cantidad de maldades, gamberradas y aventurillas fueron para mi como un bucle primero como segundo de a bordo mas tarde como oficial al mando, y a pesar de que la diferencia de edad no es abismal si he de decir que se noto el paso del tiempo generacional entre nosotros y a medida de los años cada uno ha tirado por su camino, siendo estos tan distintos entre si que no pareciéramos hermanos, ni físicamente ni de carácter, pero siempre a pesar de todo hemos estado unidos.

50 años después de esa boda hoy nos hemos reunido y lo hemos celebrado con la gente que nos ha acompañado durante todo este tiempo y al mirar atrás uno se da cuenta de que el tiempo es muy injusto y cruel, pero en definitiva es ley de vida, hoy aquellos mayores entran en la vejez aquellos que nos reñían o compartían ciertas vivencias hoy son mayores a los que apreciamos y queremos como parte de nuestra vida con ellos crecimos y aprendimos y dado el momento los abandonamos para hacer nuestro propio camino pero nunca olvidando los orígenes y ya se sabe que quien pierde los orígenes pierde la identidad.

Nunca hubiera apostado por escribir este post, pero creo que es mi pequeño homenaje más que al acto simbólico de las bodas de oro de mis padres, es a la infancia y el aprendizaje de todas esas vivencias junto a ellos y junto a los amigos que formaron el circulo de esa familia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la veritat és que m'ha sorprés que hi parlessis, però demostra un cop més la espontaneitat del sentiments.

no és poca cosa poder-ho celebrar i explicar-ho.

i sí, les coses passen acompanyades del temps, un temps variable i sí, el temps no és oblit, perque com bé dius: qui no recorda qui va ser, no és ningú.

(!)

M.M.S dijo...

Ese combate, esa lucha en la vida por conseguir algo, sólo tiene un valor: que aprendamos.
Te honra, no sólo el haber compartido el aniversario de tus padres, sino el haber escrito algo tan personal, tan hermoso, tan lindo, tan intimo, ...eso es lo que de verdad ´dá sentido a la vida,. Las cosas sencillas de las personas sencillas. Esa es la grandeza de la vida, esa es tu auténtica belleza cielo.