Para quien no
conozca la obra de Carl T. Dreyer, Ordet sera un film del todo
desconocido y hablamos de probablemente una de sus obras más
conocidas.
Dreyer es un
cineasta aparte del resto, un cineasta nórdico que filmo en el
silente y en el sonoro, sus obras son teatro filmado y de una belleza
estética inconmensurable; maestro en el juego de luces, pocos
cineastas juegan tan bien con el B/N a la hora de captar luz y
realzar escenas; Dreyer ademas exprime lo mejor de cada actor en una
clase magistral de dirección de actores, muy cercano al teatro
eslavo e influenciado por la religión y la filosofía de Soren
Kirkegard, es en Ordet donde subraya de manera magistral estos
pensamientos e influencias en su obra.
Hay que tener
cierto valor para acometer escribir sobre Dreyer, cineasta más que
estudiado, su obra ha sido objeto de varios análisis y tesis y
merece más que unas simples líneas como en este caso para hablar
sobre su obra; mis conocimientos cinefilos no alcanzán a tanto; de
todas formas si uno la ve en la compañía adecuada sera un film que
permitirá abrir un ben debate y comentario más allá del debate y
la discusión cinematográfica pues en Ordet hay mil y un temas para
comentar, desde el sentido de la vida, el amor como máxima en la
vida o el tema de la fe y la creencia... Rodada en unos escenarios
espectaculares, los exteriores son parte protagonista de la historia
que Dreyer narra de forma extraordinaria, todo y parecer un film
denso y pesado que puede resaltar lento, Ordet tiene un tempus
perfecto, fruto del meticuloso y exigente trabajo de un director que
precisamente por su perfeccionismo posee una corta filmografia en el
sonoro.
Traigo a este
espacio una de las escenas más especiales de este film,
probablemente en mi opinión muy personal, la escena de amor,
entendiendo amor en la máxima extensión de la palabra mucho más
allá de un amor cercano y carnal y fílmico, más hermosa bella e
impactante que como espectador he visto nunca, clímax total del film
y desenlace y explicación, por irracional que pueda parecer, de toda
la historia narrada por un director que esta en los altares del 7º
arte, artesano, maestro, de cine tan personal como pueda ser el más
conocido Bergante que evidentemente tras ver la obra de Dreyer uno se
da cuenta de la influencia del danes sobre el sueco... En fin, Ordet,
deseando os ponga la piel de gallina como la pone a todas las
personas que conozco que han visto esta obra maestra del cine
europeo.
Además en esta
época del año, creo que sería más que acertada su programación o
revisionado, es una película que revuelve la conciencia e incita a
reflexionar y meditar sobre el sentido de la vida, de la propia vida
de uno mismo... Mirar la escena y después quizás mirarse al espejo.
Director:
Carl Theodor DreyerWriter:
Kaj Munk (play)
1955, Dinamarca.