miércoles, 28 de julio de 2010

SOÑAR.

SOÑAR.

Una de las claves para ser feliz, consiste en zambullirse con pasión en los proyectos vitales en los que nos embarcamos;
la otra consiste, por supuesto, en aceptar un cierto grado de ansiedad si es preciso, aunque repudiando siempre sucumbir al pánico. Al analizar las distintas dimensiones de la felicidad ayuda también constatar que está en la antesala de la felicidad.


... la incertidumbre, lejos de ser nuestro adversario, es nuestro aliado; es ella la que nos permite mantener la atención y la expectación hacia las sorpresas que nos depara la vida.
... reivindicamos esta capacidad para sorprenderse —y maravillarse— ante las novedades que los descubrimientos científicos deparan. Por ejemplo, ante las posibilidades inimaginables de los superordenadores cuánticos, y también de las técnicas de computación que nos permitirán predecir nuestra salud y, por extensión, vivir más y mejor en el futuro. De momento nos contentamos con hurgar en las claves de nuestra salud física, aunque la misma tecnología nos está ayudando ya a controlar nuestra salud mental.
Pero no sólo la tecnología nos puede proporcionar estas gratificaciones. Basta con mirar los árboles. O escuchar las divertidas historias sobre cómo sienten y piensan los elefantes para darnos cuenta de lo interesantes que son el resto de los animales.
...
Soñad con las posibilidades de habitar, algún día, los otros planetas, o con las tribus perdidas que todavía subsisten en el África más remota, pero soñad, porque es sano. Desde aquí os animo a no parar nunca, tanto mientras estáis despiertos, como mientras estáis dormidos. Hoy sabemos del precio neuronal exorbitante de estar solo y en reposo.
Eduard Punset

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