lunes, 18 de junio de 2012

24 HEURES DU MANS 2012 -CARRERA-


El equipo Audi, con dos R18 e-tron quattro híbridos y un R18 ultra, copó el podio en la octogésima edición de las 24 Horas de Le Mans, Marc Gené, con el otro R18 Ultra terminó en la quinta plaza tras una carrera accidentada desde el principio, cuando en las primeras horas de la carrera tuvo un percance que lo dejo sin opciones al triunfo final, Marc en el primer relevo iba con diez vueltas perdidas.

André Lotterer, Marcus Fässler y Benoit Tréluyer, al volante del Audi R18 e-tron quattro número 1, revalidaron el título logrado el año pasado con un R18 TDI, y sellaron el undécimo triunfo, tercero consecutivo, de Audi en su catorce participaciones. Se trata del primer triunfo de un coche híbrido (un motor diesel y otro eléctrico) en esta carrera.

El R18 e-tron quattro completó un total de 378 vueltas al circuito de La Sarthe y acabó con un giro de ventaja sobre el segundo R18 e-tron quattro, el de McNish, Capello, y Mr Le Mans, el danés Tom Kristensen, que se quedó cerca de su novena victoria.

El Audi R18 ultra de Oliver Jarvis, Bonanomi y Mike Rockenfeller, acabó tercero, confirmando el poderío y la hegemonía de la marca de los aros.

El equipo de Gene con su R18 Ultra tuvo una carrera  muy complicada, un accidente de Dumas a falta de poco más de un cuarto de hora para que se cumpliera la quinta hora de carrera dio al traste con las opciones de Marc Gené, ganador de esta prueba en 2009 al volante de un Peugeot 908 HDI.

Dumas estaba intentando adelantar a un doblado cuando perdió el control del coche y acabó estrellándose contra las barreras de neumáticos de protección en la primera parte del circuito, pudo regresar a la pista, con el coche dañado en la carrocería y el tren delantero, y consiguió llegar a duras penas hasta boxes, los mecánicos consiguieron reparar los desperfectos, pero ya con muchísimo terreno perdido.

El equipo consiguió durante las horas siguientes realizar una remontada epica, pero otro accidente, Gené piso una mancha de aceite y saco su monoplaza de pista, a poco del final acabó por apartarlo de la cuarta plaza, que ocupó el Lola B12/60 Coupé-Toyota del francés Nicolas Prost, el suizo Neel Jani y el alemán Nick Heidfeld que realizó una carrera más que brillante.

El que iba a ser el gran rival de los Audi en Le Mans, el equipo Toyota, con los otros dos híbridos de la carrera, los TS 030, fue un duro adversario en las primeras horas, sin embargo, primero se quedó fuera el Toyota número 8, que, sufrió un escalofriante accidente nada más cumplirse la quinta hora de carrera. Davidson estaba superando a un doblado, el Ferrari número 81 del italiano Piergiuseppe Perazzini, cuando éste hizo un movimiento hacia su derecha e impactó con aquel, que salió volando por los aires, dio una vuelta sobre sí mismo y acabó impactando frontalmente contra la barrera de neumáticos de protección.

La carrera quedó neutralizada con el coche de seguridad y enseguida acudieron al lugar del accidente las asistencias médicas para atender a Davidson, trasladado al centro médico del circuito de La Sarthe. Perazzini resulto ileso. El equipo Toyota informó poco después de que el británico estaba fuera de peligro.

El Toyota número 7, con el austríaco Alex Wurz, el francés Nicolas Lapierre y el japonés Kazuki Nakajima, llegó a situarse en cabeza de carrera tras cinco horas, pero un posterior error del nipón le hizo impactar con el futurista Nissan Delta Wing, al que dejó fuera de carrera, y dañó gravemente su TS 030.
Pudieron continuar en carrera, ya con una hora pedida, hasta definitivamente arrojar la toalla poco antes de las dos de la madrugada, Le Mans es dura y cruel, y en ella la suerte tiene mucho que ver en el exito o fracaso en el excitante desafio que conlleva la carrera más grande de la historia del automovilismo.

El español Lucas Ordóñez, que compartió un Oreca Nissan con Martin y Alex Brundle, acabó en el decimoquinto puesto absoluto y octavo de la categoría LMP2, en la que ganó el equipo formado por los británicos Thomas Kimber Smith y Ryan Dalziel y el venezolano Vicente Potolicchio (Honda HPD-ARX).
Antonio García, con un Chevrolet Corvette y junto al danés Jan Magnussen y el estadounidense Jordan Taylor, fue vigésimo tercero en la general y quinto entre los GTEPro, en la que el triunfo fue para el equipo de los italianos Giancarlo Fisichella y Gianmaria Bruni y el finlandés Toni Vilander (Ferrari 458).




La 80ª edición de Le Mans confirmo la supremacía de Audi, dejo destellos de competitividad en las otras categorías, tuvo lo que todas las ediciones han tenido, abandonos y accidentes, sufrimiento en pista, pero quizás se encendió una luz de emergencia en la LMP1, esa hegemonía de Audi no es solo por su eficacia y poder, a día de hoy no hay ninguna marca que apueste con la convicción que lo hacen los alemanes y ese dominio necesita alguien que les de replica, Peugeot lo intento, Aston Martin soñó en reverdecer viejos laureles pero mientras Porsche, Ferrari, Jaguar... sigan sin presentar un proyecto para Le Mans el único reto que tendrá Audi es vencerse a si mismo, perdiendo la oportunidad, los espectadores y aficionados de disfrutar de un espectáculo único y sin igual en el mundo del motor. La crisis ha afectado a los constructores y plantearse el reto de Le Mans supone un esfuerzo económico al alcance de muy pocos, por otro lado  también esta el interés de las marcas por venir, y no parecen estar por la labor. A pesar del éxito de participación y publico de la cita francesa sería bueno replantearse y analizar las actuales lagunas de esta prestigiosa carrera.

2 comentarios:

angzalais dijo...

Al Dios de las mudanzas pongo por testigo...que posarem un pack de canals per l'any vinent!!

:p

petons

McQ dijo...

...
emmmmmm

si, millor

...