Me congratulo y alegro del cambio de dirección en La Vanguardia, Josep Antich deja el timón después de 13 años y pasa el testigo a Marius Carol que inicia así un nuevo reto en su ya dilatada carrera dentro del buque insignia de la familia Godo. Este cambio demuestra que La Vanguardia esta mas viva que nunca, evoluciona como lo viene haciendo de forma acertada y notoria a lo largo de estos últimos 24 años que yo cuento a partir del cambio de logo y tipografía que realizo en 1989 añadiendo color y las ya reconocibles paginas centrales en salmón que albergan la sección vivir.
No creo que vayamos a ser espectadores y lectores de un radical giro en su línea editorial, por encima de todo lv es fiel portavoz y testigo de cierta idiosincrasia catalana, insertado en el ADN fundacional y que ha evolucionado a lo largo de los 132 años de historia del rotativo barcelonés; pero si que de la mano de Carol seguirá evolucionando y explicando la actualidad pero por encima de todo intentando explicar porque pasan las cosas en este mundo que vivimos y que afronta probablemente un periodo donde asistiremos a cambios del orden mundial no solo políticos sino tb socio-económicos a menos de que la sentencia de Lampedusa siga teniendo validez.
En el abanico de extensa y gran calidad que tiene la prensa nacional La Vanguardia es uno de los decanos junto a otro gran periódico nacional como es el ABC, tengamos o no emostia con este periódico se ha de reconocer que es un grande a pesar de llevar años venido a menos en el valor de influencia y numero de lectores que posee el rotativo madrileño de ámbito nacional. Los dos son testigos de mas de un siglo de historia siendo referentes de el periodismo español, como anécdota que ejemplifica su importancia solo cabe recordar la escena de "Vacaciones en Roma" donde los corresponsales de prensa de La Vanguardia y ABC se presentan ante la Princesa Anna, interpretada por la inolvidable Audrey Hepburn, junto a corresponsales de los periódicos internacionales mas importantes del mundo en aquel momento.
Volviendo al nuevo director, quizás se adecua mas a la tradicional y burguesa línea del periódico, Carol demuestra su mundología y cosmopolitismo en sus artículos sin soberbia, con seny y con la capacidad de hacernos disfrutar leyendo algún articulo sobre hoteles de lujo del mundo como cuando opina sacando su lado mas humano en tertulias futbolísticas de color blaugrana o relatando algún anécdota con personajes de 1a línea de la sociedad catalana y española fruto de sus mas de 25 años como periodista de La Vanguardia. Comprobaremos su estilo en la 1ª pagina con la diaria carta del director y asistiremos a la dirección de Carol como aire renovado y actualizado de un periódico que como algunos símbolos y elementos de diversa naturaleza forman parte del ADN de una nación y de un sentimiento no hay que olvidar que La Vanguardia es punta de iceberg en nuestro territorio del tan acertado llamado 4º poder como lo son en otros terrenos El Liceu, el Barça, Montserrat, La Caixa o el pi de les tres branques.
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