La noche, que es siempre ambigua,
te enfurece -color
de ginebra mala, son
tus ojos unas bichas.
Yo sé que vas a romper
en insultos y en lágrimas
histéricas. En la cama,
luego, te calmaré
con besos que me da pena
dártelos. Y al dormir
te apretarás contra mí
como una perra enferma.
Jaime Gil de Biedma.
1 comentario:
Para saber de amor, para aprenderle,haber estado solo es necesario.
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