Cualquier desarrollo matemático, sea ecuación, logaritmo o derivada ya de por si es un poema, numérico o visual, la poesia de los números es en muchos casos, y a vista de pocos, tan o más hermoso que un poema, la propía poesía se sustenta y bebe de origen en algo puramente matemático : la metrica.
Desde las proporciones griegas al rectángulo áureo, que el renacimiento italiano elevó a la categoría de ley, los números y símbolos matemáticos nos han regalado composiciones hermosas que sin ellos no serían posibles y de entre todos ellos es el 11 el que más brilla; deslumbra en la base de la estatua de la libertad, alumbró en dos veces La Ciudad de Dios, se maldijo a sí mismo tras la traición de Judas y separando con sus dos palos la perspectiva humana y la cósmica fue definido por San Agustín como el blasón del pecado.
6 comentarios:
"Un matemático no es digno de este nombre si no es un poco poeta."
Le dijo Weirstrass en una carta a Sonia Kovaleski.
Cualquier desarrollo matemático, sea ecuación, logaritmo o derivada ya de por si es un poema, numérico o visual, la poesia de los números es en muchos casos, y a vista de pocos, tan o más hermoso que un poema, la propía poesía se sustenta y bebe de origen en algo puramente matemático : la metrica.
Pero solo aquellos que son capaces de amar pueden ver en un la ciencia de los numeros la poesia que esconden.
Capacidad de amar... Debería preguntarsele a las amadas.
Desde las proporciones griegas al rectángulo áureo, que el renacimiento italiano elevó a la categoría de ley, los números y símbolos matemáticos nos han regalado composiciones hermosas que sin ellos no serían posibles y de entre todos ellos es el 11 el que más brilla; deslumbra en la base de la estatua de la libertad, alumbró en dos veces La Ciudad de Dios, se maldijo a sí mismo tras la traición de Judas y separando con sus dos palos la perspectiva humana y la cósmica fue definido por San Agustín como el blasón del pecado.
Entonces, preguntemosles....
Publicar un comentario