En la isla y en la mar tras la tormenta llego la calma quien a su vez alumbro a calma chicha, solo interrumpida por un pequeño levante breve como un espejismo.
Vela deshinchada, a seguir bogando, sin caer en el cansancio, bogar insistentemente, sin acosar las olas, bogar perseverantemente sin caer en la apatía... rumbo a Itaca.
Diez años tardó Ulises ¿Que son diez años de navegación si después obtienes la felicidad eterna?
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