jueves, 26 de mayo de 2011

GRAN PRIX MONACO 2011.

El trazado urbano de Mónaco es una de los retos más importantes y estimulantes que se encuentran los pilotos e ingenieros de la Fórmula 1. Mónaco es un trazado urbano con todas las de la ley: por donde pasan los circulan habitualmente los coches, y eso tiene consecuencias directas en cuanto a calidad y agarre del asfalto, que empieza a niveles bajísimos de grip el jueves, y va mejorando a medida que los monoplazas van dejando goma.

Es el circuito más corto del Mundial, el único en el que no se recorren los reglamentarios 300 km en carrera, los equipos llegan siempre con un nuevo paquete aerodinámico de alta carga, buscando, al precio que sea, generar la mayor downforce posible para ayudar en frenadas y en salidas de curvas, algo determinante en este circuito.

Las suspensiones se deben reblandecer al máximo han de adaptarse a los numerosos baches y mejorar la imprescindible tracción a la salida de las lentas curvas. Las irregularidades del asfalto conlleva a reglar los monoplazas más altos que de costumbre, subiéndolos entre 5 y 7 mm respecto a la distancia habitual al suelo.






Es importantísimo disponer de un motor flexible, con buena tracción a bajas revoluciones. En Mónaco sólo se va a pleno régimen durante un 45% de la vuelta, lo importante es que el motor sea capaz de dar lo máximo en cada uno de los 53 cambios de marcha por vuelta. Se ha de modificar la dirección para poder afrontar las curvas cerradas que hay en el circuito, como es el caso de la cerradísima y pintoresca Loews, que se suele hacer en 1ª.
Adelantar en Mónaco es muy complicado, por no decir casi imposible, la carrera espectacular de Fernando Alonso el pasado año es una rara excepción, para el publico en general es de las carreras más aburridas pero detenerse a pensar un momento en que no es una carrera habitual, cada piloto corre contra si mismo y pone a prueba, al rendimiento más alto posible, su pericia y dotes, es sin ninguna duda el trazado donde la mano del piloto es mas importante, arriesgan al máximo como por ejemplo en la mínima distancia que arriman los monoplazas a los amenazantes guardarraíles que cercan el perímetro del circuito para sacar el máximo partido a la hora de rentabilizar trazados y ganar milésimas de segundo.
El punto donde tradicionalmente se ven casi todos los adelantamientos es en la frenada de entrada a la chicane después del túnel, aprovechando la mini recta en bajada al salir del túnel. A final de la recta principal, en Ste. Dévote, también se puede intentar el adelantamiento, aunque esperan las protecciones en caso de medir mal la frenada.



Con todo, Mónaco es la carrera más especial para todos los aficionados, y para los pilotos vencer en Mónaco es una de las mayores satisfacciones que pueden obtener en su carrera, forma parte de la Triple Corona (Mónaco, Indianapolis, y Le Mans) algo hasta hoy en día solo conseguido por un piloto, el extravagante Graham Hill.





http://themcqfiles.blogspot.com/2009/05/mr-montecarlo.html

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