jueves, 11 de noviembre de 2010

COMPROMISO SOCIAL.

COMPROMISO SOCIAL.
Hay jóvenes viejos y viejos jóvenes, y en éstos me ubico yo.
Esos jóvenes viejos, no se preguntan cuántas viviendas faltan en nuestros países y, a veces, ni en su propio país.
Allá hay muchos médicos que no comprenden que la salud se compra, y que hay miles, y miles y miles de hombres y mujeres en América Latina que no pueden comprar la salud;
De igual manera que hay maestros que no se inquietan que haya también cientos y miles de niños y de jóvenes que no pueden ingresar a las escuelas.
En América Latina, hay más de 30 millones de cesantes absolutos, y la cifra se eleva por sobre 60 millones tomando en consideración aquellos que tienen trabajos ocasionales.
Para que termine esta realidad brutal se requiere un profesional comprometido con el cambio social.
Se necesitan profesionales que no busquen engordar en los puestos públicos, en las capitales de nuestras patrias.
Que la obligación del que estudió aquí es no olvidar que ésta es una universidad del Estado que la pagan los contribuyentes, que en la inmensa mayoría de ellos son los trabajadores. Y que por desgracia, en esta universidad, como en las universidades de mi patria, la presencia de hijos de campesinos y obreros alcanza un bajo nivel, todavía.
La juventud tiene que entender, y nosotros en Chile hemos dado un paso trascendente: la base política de mi gobierno está formada por marxistas, por laicos y cristianos, y respetamos el pensamiento cristiano; cuando ese pensamiento cristiano interpreta el verbo de Cristo, que echó a los mercaderes del templo.
Los marxistas conjugamos una misma actitud y un mismo lenguaje frente a los problemas esenciales del pueblo.
Porque un obrero sin trabajo, no importa que sea o no sea marxista, no importa que sea o no sea cristiano, no importa que no tenga ideología política, es un hombre que tiene derecho al trabajo y debemos dárselo nosotros.
Salvador Allende; Universidad de Guadalajara; México. 2 diciembre de 1972.
Discurso completo :

2 comentarios:

M.M.S dijo...

Mi ineludible respeto al Señor Salvador A. que en su buen corazón propaba la necesidad de un puesto y un salario digno, que no hacía distinciones y en su inocencia creía en un pais libre...desgraciadamente, yo me encasillo en los no creyentes de la nada, y peor aún en los que han perdido la fe en el ser humano. Si eso es ser viejo...debo ser ancestral. Lástima de mundo en el que la solidaridad y la justicia no tienen cabida.
Un placer sentirte a mi lado.

McQ dijo...

Las palabras de Allende no han perdido actualidad, el problema de América Latina no sólo persiste sino que a lo largo de estos 38 años ha aumentado y probablemente sin remedio de solución a corto plazo; en su ideal, inocente pero de fuerte convicción para llevarlo a termino entrego su vida, la coherente y ferrea dignidad con la que afronto sus ultimas horas deja patente de que pasta estan hechos algunos SERES HUMANOS. Estaremos de acuerdo o no con sus ideales, pero reconoceremos siempre el valor de su profundo sentido de responsabilidad pagado con su vida, lo más preciado que puede tener un ser humano.

Animo Alma y a seguir luchando.

McQ