lunes, 5 de diciembre de 2011

Socrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira

Otro que se va pronto... Socrates se calzo las botas para saltar al campo donde ya juegan desde hace tiempo Garrincha, Best, Canito, Moore...

A los 57 años Doctor Socrates perdió el partido más importante de su vida, su adicción al alcohol le hizo oír el pitido final antes de tiempo.
Socrates fue de esos jugadores que cambio la figura estereotipada del deportista inculto, despreocupado y carente de inquietudes más allá de la de darle patadas a un esférico. Doctor en medicina, activista político, intelectual... Socrates fue algo más que un excelente jugador. De una envergadura considerable (192 cm) que le permitía tener una excelente visión del terreno de juego, una zancada poderosa y una técnica depurada con ambas piernas, para Socrates el fútbol fue un intermedio en su vida, no acepto ser profesional hasta terminar sus estudios de medicina y formo parte del Movimiento Democrático Corinthians, cuando en el ocaso del régimen militar brasileño, el club de Sao Paulo se convirtió en el único equipo del mundo que llevaba a cabo elecciones democráticas internas. Un símbolo claro de rechazo a la dictadura brasileña.


Junto con Zico, Falcao y Eder formo uno de los mejores mediocampos que jamás han pisado un césped, los cuatro integrantes de la canarinha dierón grandes momentos de fútbol a principios de los 80, siendo su punto más álgido la Copa del mundo celebrada en España, donde llegaron como favoritos pero una inspirada Italia, superior tácticamente pero no en talento a pesar de contar con Paolo Rossi y Antognioni, los elimino en uno de los partidos más memorables que he visto en mi vida, en el demolido Sarria de Barcelona. Mi primer recuerdo sobre Socrates fue la leyenda de que picaba los penaltis de tacón, leyenda falsa pues solo lo practicaba en los entrenamientos, pero si es cierto que Socrates desarrollo una habilidad innata con el tacón y creo una serie de pases con este. Tuvo una plasticidad y una elegancia como pocos sobre un terreno de juego y el carisma necesarios para ser un líder dentro y fuera del terreno de juego; quizás las decepciones y sueños frustrados sobre sus ideales hicieron mella y lentamente le abocaron a esa adicción que ha acabado con su vida.


ITALIA-BRASIL
1982

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