lunes, 17 de octubre de 2011

BREAKFAST AT TIFFANY'S



 El 5 de octubre de 1961 se proyectaba por primera vez en una sala comercial la mítica Breakfast at Tiffany's, de Blake Edwards y que con el paso de los años se ha convertido en una película legendaria, de cierto culto por parte de un sector de mujeres que adoran la elegancia y el estilo de Audrey, ya sea enfundada en un de vestido de Givenchy o más casual. Para mi es el anti mito erótico, pero este nunca fue su papel ni su sino en el mundo del cine, se creó una estrella inocente y angelical muy apartada de las rubias devoradoras al estilo Marylin, quizás esa también sea una de las cualidades que mas admiran todo ese grupo de mujeres que sueñan con enfundarse el 'little black dress' de Hubert de Givenchy.













Audrey ya era una estrella pero posiblemente es con esta película que alcanza el cenit en su carrera, una carrera que después de la década de los 60 inicia un descenso por motivos diversos. Curioso que la angelical e inocente Audrey se convierta en un icono cuando interpreta a una prostituta, bueno podríamos llamarla Srta de compañía para no ofender a las infinitas legiones femeninas que veneran a Audrey.








Una buena banda sonora y algunas escenas brillantes con diálogos bien conseguidos hacen que se tenga un concepto demasiado valorado de este film, donde brilla Audrey y oculta eficazmente los limitados recursos actorales de George Peppard que apenas consigue la química necesaria para hacer de la pareja Audrey-Peppard una de esas parejas míticas del universo del celuloide, con todo y esto Breakfast at Tiffany's es más que una película, inclasificable pues no deja de ser una comedia romántica, con tintes melodramáticos, algún retrato de cierta sociedad norteamericana.

 

Basada en una novela del excéntrico Truman Capote por el film podemos ver pasar a Mickey Rooney, genial caracterización, como vecino oriental de la Holly Golightly y del decadente y snob José Luis de Villalonga como potentado del Brasil y rival sentimental de Peppard, un escritor en plena crisis de creatividad, que al igual que su vecina es una especie de mantenido, y de la gran Patricia Neal (El Manantial) como mecenas y "protectora" del sosainas de Paul Varjak.

No hay mujer en el mundo que no sueñe con entrar algún día en Tiffany & CO. de NY en la esquina de la 5th Avenue con la 57th Street, y salir con unos brillantes en su dedo.
McQ



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