INTOLERANCIA.
Cuan fácil usamos la palabra tolerancia en nuestro ambiente, incluso en nuestro espacio vital y cuan falsamente actuamos. No creo en la tolerancia, nadie es tolerante, hipocritamente toleramos pero en el fondo no aguantamos cosas de los demás.
Nadie es tolerante, el que soporta una cosa no soporta otra. NO vivimos en un mundo tolerante y a medida que ampliamos nuestro circulo de actividades sociales, profesionales, vitales solemos ser mucho mas intolerantes y recíprocamente también lo son con nosotros. En todos los ámbitos hay intolerancia, a cualquier nivel y de cualquier tipo, la hipocresía es una parte de ese motor vital que rodea nuestras vidas.
Juzgamos y somos juzgados a diario, criticamos y somos criticados por nuestros actos, manera de pensar, palabras... es un peaje que pagamos, somos sociables por naturaleza y solemos tender a relacionarnos con semejantes en nuestros gustos actos, opiniones y maneras de hacer pero cada uno somos como somos, personales e intransferibles con nuestros defectos y nuestras virtudes, cometiendo errores y aciertos, ese es el divagar de nuestra existencia.
Si hablas porque hablas, si callas porque callas, si te mueves porque te mueves... cada paso, cada palabra cada acto parecen ser medidos por un juez que sentenciara de forma tajante.
No me considero tolerante, ni pretendo serlo ya que no puedo ni creo ser capaz de serlo, es más entendería ser tolerante como ser neutro, un 0 absoluto en mis gustos y maneras de ver y actuar, tampoco quiero que todo el mundo me tolere, sencillamente no me interesa, probablemente quien menos te tolera es que esta mas alejado de tu manera de pensar por lo tanto tampoco me interesa ni yo a esa persona, las relaciones humanas son complejas, parece que tengamos que ir con pies de plomo por donde pisamos y normalmente suele ser un suelo lleno de huevos a punto de romperse.
No hay tolerancia ni la tiene que haber, desde el principio que escogemos y somos libres también somos libres de tolerar o no ciertas cosas; somos todos culpables pero no por eso somos menos personas, somos indeseables para muchos pero al mismo tiempo nos rodeamos de indeseables que nosotros, nadie es impoluto, virginal e inocente.
No podemos creer que somos perfectos porque no lo somos, tampoco pretender que los demás lo sean sobre todo a nuestro modo de ver, pensar y actuar.
Todos en el fondo somos unos cínicos, pero para ser realmente cínico hay que tener mas de dos dedos de frente, y sobre todo tener una visión panorámica de las cosas, cegarse y obtusionarse con solo un angulo perjudica seriamente la clarividad de visión y de percepción. Cuadricula y coordena tu mapa de acción y tendrás una visión más real de lo que te rodea.
Soy libre, soy individualista y egoísta y eso me hace no ser tolerante.
No confundir tolerancia con violencia ni agresividad.