sábado, 26 de mayo de 2012

BARCELONA EN 20 COCTELERIAS.


Si hay un arte efímero -lo que dura un sorbo- es el de la coctelería. El maestro de ceremonias se esmera en fraguar la fórmula mágica que case todos los sabores y matices, se esfuerza en convertir el preparativo en una liturgia a veces acrobática, y se desvive por acertar la mixtura que desea -tal vez sin saberlo- el cliente. Esta tremenda labor de corte y confección con licores, refrescos, frutas y aderezos pervive en plenitud solo unos minutos antes de ser devorado. La buena noticia es que, tras un tedioso monopolio del cubata monocolor, la coctelería vuelve a rugir tras las mejores barras. No solo está de moda sino que Barcelona figura entre las mecas mundiales del cóctel, así que no es de extrañar que la prestigiosa marca de whisky escocés de malta The Macallan haya impulsado la edición de un libro con 20 de las mejores barras de la capital catalana.

Barcelona en 20 coctelerías (25euros, de venta en librerías y en www.barcelonaen20coctelerias.com), que firman los expertos Alberto Gómez Font y Juan Luis Recio, representa en el fondo un viaje al alma de la ciudad a través de sus copas. Y es que las coctelerías, más allá de la preciada mercancía líquida que trajinan, son un punto de encuentro extraoficial. Rincones donde se cruzan vidas, se intercambian impresiones, se hacen confesiones al barman y hasta se cierran negocios.
La selección no ha sido fácil, ya que el libro navega entre el ayer y el hoy, entre las paredes añejas donde se multiplican las anécdotas, hasta los bares de hoteles de lujo que despuntan como epicentros de reunión de moda. Ahí va la lista de los diseccionados: Banker's Bar (en el Hotel Mandarin Oriental), Belvedere, Boadas, Bobby Gin, Boca Chica, Cooler, Coppelia Club, Dacksy, Dry Martini, Gimlet, Ideal, Kahala, Milano, Negroni, Ohla, Slow, Tandem, Tirsa, Torre Rosa y Xixbar.
En cada sede se analizan los orígenes, la alineación de barmans reputados o en plena eclosión, las historietas de la casa, horarios, detalles y algunas de sus mejores mezcolanzas. Conviene tener en cuenta, como alertan los autores, que el currículo de un coctelero de moda es casi como el de un pinchadiscos, de aquí para allá, según aperturas y fichajes. Varios casos demuestran que ya ha habido traspaso de estrellas desde que Macallan editó la obra, hace apenas unas semanas.
El volumen es también una guía de viaje para recorrer la metrópolis desde el copeteo (moderado) y con estilo. Entre un sinfín, no hay que perderse ni los gintonics del Ideal (premiados antes del boom de este combinado), ni las continuas innovaciones del Dry Martini, ni la conversión de lo que fue un banco en un bar que impresiona, el Banker's.
Fuente :ePdC
PATRICIA CASTÁN

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